A lo largo de la vida de cualquier trabajador se dan situaciones en las que por algún motivo es necesario ajustar la jornada laboral. Lo habitual es que tenga que ver con algún tema familiar, ya sea por conciliación laboral o por cuidado de algún pariente. En estos casos, las opciones del empleado no son muchas, por un lado, puede dejar su empleo y, con ello, perder su remuneración mensual y por otro, tiene la posibilidad de solicitar la reducción de jornada y seguir cobrando una parte de su salario. Un derecho sobre el que nos queremos centrar en esta ocasión en este artículo para el que hemos contado con la ayuda del bufete de abogados laboralistas G. Elías y Muñoz Abogados.
¿Qué es la reducción de jornada y en qué supuestos se puede solicitar?
La reducción de la jornada laboral es un derecho contemplado en el Estatuto de los Trabajadores. En concreto, se trata de una medida de conciliación familiar que le permite reducir el número de horas de su jornada laboral en caso de tener que hacer frente a una responsabilidad familiar ineludible derivada del cuidado de los hijos o de algún pariente cercano que esté sufriendo una enfermedad grave y que le cause situación de dependencia.
Para encontrar los supuestos en los que el trabajador puede solicitar la reducción de jornada debemos acudir al artículo 37 del Estatuto de los trabajadores:
- Reducción de la jornada para cuidar a los hijos. Puede solicitarse en cualquier caso si los hijos son menores de 12 años. Asimismo, si poseen cualquier tipo de discapacidad que les impida valerse por sí mismos completamente, es posible solicitarla sin importar su edad.
- Reducción de la jornada para el cuidado de familiares al cargo del trabajador. Puede tratarse de un familiar de avanzada edad o que haya sufrido un accidente o una enfermedad grave que le haya ocasionado una situación de dependencia permanente o temporal.
En cualquiera de los dos casos, para poder disfrutar de la reducción de la jornada, es necesario que el trabajador proporcione a su empresa toda la documentación que acredite que, para conciliar su vida profesional y personal, es necesario que trabaje menos horas.
El proceso de solicitud de la reducción de jornada
En primer lugar, el trabajador ha de presentar ante el departamento de recursos humanos de su empresa la solicitud de reducción de jornada. Debe hacerlo, al menos, con 15 días de antelación respecto al comienzo del disfrute de este derecho. Asimismo, también ha de indicar cuándo prevé que va a finalizar, aunque esto es algo difícil de determinar en muchos casos. Es por eso que se puede renovar en caso de ser necesario.
Cabe recordar que, en caso de que el trabajador justifique su necesidad de disfrutar de la reducción de jornada, la empresa no puede negarse a concedérsela. Es más, esta situación es considerada como de especial protección por parte del Estatuto de los Trabajadores. Por tanto, en caso de que la empresa proceda a despedir al empleado mientras disfruta de este derecho, será considerado nulo por cualquier tribunal. Eso conllevará su readmisión inmediata y el abono de los salarios de tramitación, que son aquellos que debió percibir entre la fecha de despido y de readmisión.
¿Cuándo se puede solicitar la reducción de la jornada?
Según el artículo 37.6 del Estatuto de los Trabajadores, dentro de la jornada laboral habitual del trabajador. Es decir, no se puede cambiar el horario del empleado y pedir la reducción en base a él.
¿Cuánto es posible reducir la jornada laboral?
Esto dependerá del hecho que cause la solicitud de reducción de jornada. Vamos a ver los diferentes supuestos contemplados:
- Cuidado de niños menores de 12 años o de familiares dependientes que no pueden valerse por sus propios medios. La reducción podrá ser de entre 1/8 y de ½, como máximo, de la jornada laboral habitual del trabajador.
- Cuidado de un menor de edad afectado por una enfermedad grave. En este caso, tendrá derecho a solicitar una reducción de la jornada de la mitad o más. De hecho, en algunos casos, dicha reducción será completa sin tener la consideración de excedencia laboral.
El Estatuto de los Trabajadores brinda la posibilidad de que los convenios colectivos de cada sector establezcan otro tipo de criterios, acuerdos y condiciones para el disfrute de la reducción de jornada por parte del trabajador.
¿Cómo se ve afectado el salario del trabajador al solicitar la reducción de jornada?
De forma proporcional. Con esto queremos decir que la empresa abonará al trabajador el número de horas que trabaje. Así que, si por ejemplo, un empleado reduce a la mitad su jornada laboral, percibirá la mitad del salario que cobraba antes. Esta reducción afecta también a los complementos salariales que cotizan a la Seguridad Social, no solo al salario base.
¿Qué sucede si la empresa se niega a la reducción de jornada?
Antes dijimos que, siempre que el trabajador realice la solicitud en plazo y entregue la documentación que acredite que necesita disfrutar de una reducción de jornada para cuidar a sus hijos menores de 12 años y/o que sufran alguna enfermedad grave, así como a cualquier otro familiar cercano impedido, la empresa no se puede negar. Sin embargo, hay muchas que lo hacen. Generalmente, lo hacen alegando causas organizativas o productivas.
En ese caso, el trabajador tiene derecho a recurrir a los tribunales. Si puede justificar la situación que le permite disfrutar de la reducción de jornada (por ejemplo, una partida de nacimiento que verifique que tiene un hijo menor de 12 años), la empresa no tiene nada que hacer. Es más, si durante el período de litigio no concede este derecho al empleado, el juez le impondrá una indemnización en concepto de daños y perjuicios.
Para que sea efectiva, el trabajador debe interponer la demanda en el transcurso de 20 días hábiles a contar desde el momento en el que la empresa le negó su petición. En ella no tiene por qué haber una fase de conciliación laboral, aunque es habitual pedirla para evitar el juicio. En el plazo máximo de 3 días desde que haya acuerdo en la conciliación o de que se celebre el juicio será emitida la sentencia. Esta no puede ser recurrida por ninguna de las partes.
¿Qué consecuencias tiene para la empresa la reducción de jornada de sus trabajadores?
Realmente, ninguna. Al menos en el plano productivo. Es cierto que pueden derivarse algunos problemas organizativos al principio ya que un trabajador, generalmente en situación de indefinido, va a dejar de prestar sus servicios durante un número de horas determinado. Sin embargo, su remuneración también se verá reducida al igual que sus cargas a la Seguridad Social. Por tanto, la compañía tiene margen económico para, por ejemplo, contratar a otra persona para que desarrolle sus funciones hasta abarcar el número de horas correspondiente a una jornada completa.
En definitiva, la reducción de jornada es un derecho concedido a los trabajadores con el propósito de facilitar la conciliación entre su vida familiar y profesional, sobre todo, si tienen hijos pequeños o familiares en situación de dependencia a su cargo. Es por ello que goza de una especial protección legal que impide a las empresas negarlo o despedir al empleado en caso de que necesite disfrutar de él.