Leo, leo y releo artículos en mil blogs relacionados con ser más productivos y eficientes, la optimización de los tiempos, la promoción en internet, la marca y el uso de las redes sociales.
Me encuentro con todos esos artículos y pienso:
- Son los temas que me interesan y por tanto los que más me encuentro
- Internet está plagado de emprendedores que como yo buscan sacar la cabeza en medio de la actual crisis española, y hablan de lo que creen que es importante para hacer que su empresa o mininegocio online
Pues bien, hay algo verdaderamente importante que creo se nos escapa muchas veces y que no encuentro tan a menudo en esos artículos de internet. Me refiero a COMPETIR.
Si tu empresa no es competitiva, olvídate de todo lo demás, porque no vas a conseguir que sea rentable.
¿Cómo hacer tu empresa competitiva?
Esta temática es enormemente ámplia y requiere de profundos estudios, logicamente esto no es más que un esquema de las estrategias o políticas básicas para hacer una empresa competitiva en España.
Las diferentes estrategias que utilizan las empresas para competir se pueden resumir en:
Las estrategias que se muestran a continuación pueden ser todas ellas complementarias y aplicarse a distintos proyectos, lo que sí debe tener claro cualquier empresa es el target al que irá enfocado su producto antes de elaborar su plan de empresa y estrategia de marketing.
1. Bajar los costes de producción para al tiempo poder bajar los precios
Bajar el coste de producción es siempre una buena estrategia competitiva, siempre que no vaya en detrimento de la calidad de tus servicios o productos.
Desde el comienzo de la recesión en España estoy comprobando como el precio, influye mucho más en la decisión de compra que la calidad del producto o servicio. La calidad ni de lejos se valora del mismo modo que antes, las decisiones de compra son mucho más lentas y se estudian los presupuestos con el máximo detalle.
2. Apuesta desde el primer momento por un servicio de verdadera calidad…y busca al cliente que lo valore
En España, salvo raras excepciones, se valora más el precio y el amiguismo que la calidad de los trabajos. Me refiero por supuesto a la pequeña empresa, dudo que las grandes se muevan por estas motivaciones si valoran lo que les va en ello.
3. Arrimando la sardina al ascua que más calienta:
Es decir, hazte amigo de políticos y funcionarios con un cierto poder de decisión y haz mucho la pelota. Lo más probable es que recibas invitaciones a pequeños concursos y similares en los que primará mucho «la amistad» y por tanto la opinión de quien propone a esa empresa.
Bien, creo que no es necesario poner muchos ejemplos porque todo el mundo conoce alguno de estos casos en su municipio. En este paquete entran todas las corruptelas relacionadas con trajes, tresporcientos, las comidas, los maletines, los favores personales, las colocaciones de familiares en tal o cual empresa, las colocaciones de políticos como consejeros, etc….etc…..y nunca terminará este etc.. El caso es que este es uno de los mejores sistemas de ser competitivo ya que al saber que vas a ser el adjudicatario de un servicio es más sencillo efectuar un presupuesto acorde, vamos que no tienes que entrar en una bajada de precios tremenda ya que sabes que te lo vas a llevar sí o sí.
4. Invirtiendo en Marca y en servicio al cliente
Servicio al cliente
Conseguir un cliente en un entorno tan competitivo es oro para la empresa…., cuida por tanto a tu cliente como tal. No es fácil ya que las circunstancias actuales no acompañan para prestar el mejor de los servicios al menor de los precios, pero hay que intentarlo. ¿Cómo? Pues tratando de optimizar los tiempos dedicados a los servicios contratados por cada cliente.
Marca e imagen
La marca y la imagen deben de ir parejos al servicio al cliente. De poco te servirá invertir en una buena imagen si después el servicio prestado es para tirarlo a la basura (podemos poner como ejemplo algunas empresas de telecomunicaciones con agresivas prácticas de captación de clientes por teléfono). Así que busca un equilibrio.
5. Promoción en internet
Independientemente de lo grande o pequeño que seas, intenta consolidar la imagen de tu empresa con una web atractiva, internet es ahora el principal portal al mundo y cuesta muy poco disponer de una buena imagen si lo comparamos con otro tipo de inversiones. Buscando muy bien, una buena web corporativa, para una pequeña empresa, se puede conseguir por entre 1.000€ y 4.000€. Si bien esto a algunas personas les puede parecer una inversión elevada, hay que pensar en lo que te reportará esa inversión a futuro, y no solo en lo que te cuesta pagar esa cantidad inicialmente.
No debemos olvidar que Internet es un medio más para promocionar tu empresa, no nos despistemos con otras acciones de marketing más tradicionales que aportan un caudal importante de potenciales clientes.
¿Y qué están haciendo las empresas para competir?
Cada empresa compite de una forma completamente diferente, pero en época de recesión sí es cierto que de forma general, para el gran publico, se busca ofrecer servicios de calidad media bajando precios. Las empresas que en este entorno recesivo que no consiguen bajar precios lo más probable es que se queden fuera de mercado a menos que su target se encuentre en los clientes más exclusivos, donde la calidad e imagen de marca sigue siendo la que impera.
¿Pero, es esta una buena estrategia para competir dentro de España?
Pues depende, estamos llegando todos a unos mínimos que hacen peligrar la existencia de empresas especialistas en muchos sectores, algunas de ellas muy buenas por cierto. Si seguimos apostando por una bajada de precios, nos podemos pasar de frenada y no solo nos vamos nosotros al garete sino que probablemente nos llevemos entre todos nosotros por delante a compañeros y competencia.
Otra cosa diferente es conseguir ofrecer un producto de menor calidad también a menor precio, el cliente está conforme con el servicio prestado a un precio razonable, y lógicamente no se esperan maravillas. De este modo la empresa consigue bajar los costes de producción y no se va a la ruina. Sin duda este es un buen método para hacer la empresa mucho más competitiva, pero hay que tener en cuenta que se puede estar cambiando el cliente objetivo (target).
Mejora del proceso productivo como base esencial para el éxito del proyecto
Aquí entran en juego todas las técnicas para incrementar la productividad particular de cada uno de los empleados y la eficiencia de los procesos productivos, para lo cuál las empresas suelen recurrir a la implementación de sistemas de flujos de trabajo o workflows para hacer procesos estandarizados y en paralelo mediante la contratación de servicios de coaching para la formación del personal en el área que se quiera potenciar.
Una empresa bien organizada puede multiplicar una barbaridad los rendimientos gracias a una correcta administración del tiempo y mejora de los sistemas productivos, para ello, estar al día con las herramientas que permiten agilizar los procesos es casi una obligación si se requiere ahorrar tiempos y costes, por ejemplo, la implantación de un software de gestión documental para facilitar la tarea de digitalización de todos los documentos que se generan en la oficina ahorra pérdidas de tiempo y de los propios documentos. La teoría es sencilla, pero en la práctica supone hacer una inversión en tiempo y dinero, ya sea para mejora de los equipos o en formación del personal.
Y ahora viene la pescadilla que se muerde la cola….Una pequeña empresa, en un contexto de recesión global, ¿debe hacer inversión en mejora de equipos y formación del personal?…..Buf, aquí es donde yo tengo mis enormes dudas, una pequeña empresa y sobre todo las de nueva creación, en un entorno de recesión debe saber adecuar sus nuevas inversiones a las expectativas de negocio. En un entorno de recesión, una inversión muy ambiciosa puede hacer inviable a la empresa desde el punto de vista de que el retorno de la inversión tenga un plazo muy pero que muy largo.