Cómo ser más eficiente en el trabajo

herramientas para ser más eficiente en el trabajo

Nos movemos en un mundo laboral muy competitivo.  Los empleados tienen que lidiar diariamente con un compañero nada deseable como es la presión. A veces la jornada laboral es insuficiente y te queda trabajo pendiente cuando pones un pie fuera de la oficina.

La productividad es el objetivo primordial de la empresa y, por tanto, del trabajador.  A menudo el rendimiento, tan cotizado en el trabajo, se ve mermado por no saber planificarnos bien. Sacar provecho a cada minuto, atendiendo a lo que es importante  y planear  un día de trabajo correctamente es imprescindible para ser una persona eficiente. Quizá sólo necesitas cambiar algunos malos hábitos. Y seguramente tendrás que sacrificar algunas comodidades. Pero ten por seguro que los consejos que te damos a continuación, te ayudarán a ser más eficiente en tu puesto de trabajo. ¡Siéntate y toma nota!

Cuida tu espacio de trabajo

Es importante cuando te sientas en tu mesa de trabajo tener acceso a todo lo que vas a necesitar durante tu jornada antes de ponerte a trabajar. Tener todo a mano y que todo el material funcione correctamente, te ahorrará tiempo. Si trabajas en una oficina y manejas diariamente muchos documentos, debes crear un sistema de archivos que esté organizado. Guarda los que no utilices con tanta frecuencia por orden alfabético.  Además si te rodeas de un ambiente agradable, te ayudará a mantener tu mente inspirada. Buena luz natural y tener cerca plantas es una buena opción.

Elimina distracciones

Aquí entraría desde los compañeros de trabajo, las llamadas de teléfono indeseadas/ innecesarias o el peligro que tiene internet cuando trabajas con un ordenador. Para ello ten tu teléfono móvil en silencio, sólo actívalo si esperas una llamada muy urgente. Y para evitar la tentación de las páginas webs de entretenimiento o las redes sociales. Por suerte, la mayoría de los navegadores te permiten descargar aplicaciones que  bloquean páginas web que pueden distraerte.

Para poner un poco de distancia en tus compañeros habladores, un consejo: puedes colocar post-its en tu mesa invitando al silencio y a no molestar innecesariamente.  Recuérdales que el momento de socializar es durante la pausa para la comida. Seguro que no se molestan y hasta siguen tu ejemplo.

Establecer estrategias efectivas de trabajo

Planea el día

Disponer de una agenda y establecer los objetivos a corto plazo, te ayudará  diariamente con tu trabajo. Es importante que de un vistazo sepas lo que tienes que hacer. Haz una lista y prioriza las tareas importantes y que no pueden posponerse más tiempo.

Fragmenta las tareas

Divide tu trabajo en función de la relevancia del mismo. Cuando te enfrentas a un proyecto extenso, puedes perder mucho tiempo en cosas menos importantes. Planifícate bien el trabajo día a día.

Delega funciones

Si tienes la oportunidad de repartir tu trabajo entre más compañeros, no lo dudes. Sobre todo cuando se trate de tareas monótonas; no olvides hacer un seguimiento a ese compañero o subordinado y darle un plazo para que termine lo que le has encomendado.  Nunca delegues cuando sólo tú sabes llevar a cabo esa labor de forma satisfactoria.

Reuniones, las justas

Muchas veces la gente odia las reuniones por el tiempo que se pierde en ellas. Si están mal gestionadas, repercutirá en nuestra productividad. No hay que olvidar que las reuniones son importantes cuando hay que debatir sobre objetivos o explicar proyectos nuevos, cambios, etc. Pero antes de convocar una reunión, hay que planificarla bien. Establece una agenda con los puntos a tratar y el tiempo que se le va a dedicar a cada uno de ellos. Convoca al menor número de personas, así se tratarán los temas que realmente interesen. En definitiva, que sean reuniones breves y con los asistentes oportunos a los temas a tratar.

Pausas en el trabajo

Son necesarias para incrementar la eficacia en el trabajo. Realiza descansos que no interrumpan una tarea importante que estés realizando.  Márcate tiempos regulares, por ejemplo, de 90 minutos. Aprovecha estos ratos de descanso para tomar un snack sano. Los nutricionistas aseguran que el cerebro necesita muchas grasas para funcionar mejor. Por eso recomiendan almendras crudas o semillas de chía. Por el contrario, desaconsejan los carbohidratos y los alimentos demasiado densos. Si eres adicto al café, que sepas, que esta bebida causa fatiga porque acaba con las glándulas suprarrenales. En su lugar, cámbiate al té verde. ¡Pruébalo, no pierdes nada!

Lleva buenos hábitos de vida

Duerme suficientes horas

El cansancio acaba con la creatividad. Establecer una rutina de sueño es saludable y crucial para ser más eficientes al día siguiente. Los hábitos ayudan a este objetivo; tales como comer, dormir y despertarse a la misma hora cada día. Si te levantas descansado, tu estado de ánimo será mayor y estarás menos estresado. ¡Pruébalo!

Hacer ejercicio

El enemigo número uno del trabajador es, sin duda, el estrés. Realizar cualquier actividad física tiene consecuencias positivas en el trabajo: correr, nadar, bailar, yoga o pilates. Practicar cualquier ejercicio es la mejor herramienta para subir tu energía.  Encuentra una rutina que te vaya bien y realízala cada mañana.

Actitud positiva

Si te sientes bien en el trabajo, será más fácil que estés motivado y con ambiciones.

Planificación ante todo

Si planeas tu trabajo del día siguiente la noche anterior, te quitarás un peso de encima. Dormirás mejor porque no estarás pensando en todas las cosas que te quedan pendientes y cómo vas a gestionarlas. Tu mente estará más descansada cuando te levantes por la mañana.

Motívate

Hazte la pregunta de por qué estás en este trabajo. Seguro que te ha costado mucho conseguirlo. Visualiza tu futuro y cómo te gustaría estar dentro de unos años. Aunque sean cosas materiales, piensa que las puedes alcanzar gracias a tu trabajo. Intenta ver tu trabajo como una forma de alcanzar ese fin con el que sueñas, como un beneficio. ¿Te sientes satisfecho cuando terminas un trabajo?

Celebra tus éxitos

Todo trabajo bien hecho tiene su recompensa. Por eso tú debes premiarte cuando consigas tus objetivos. Es una buena manera de incrementar tu eficiencia en el trabajo. Al final de la semana puedes hacer balance de tus logros. Elige tu premio o pequeño homenaje y te sentirás más feliz y realizado. ¡Sigue así!

A todas las empresas les interesa tener a trabajadores lo más eficientes y productivos posibles… capaces de realizar una tarea con el menor número de recursos y empleando el menor tiempo posible. Si quieres de verdad convertirte  en una persona eficiente tienes que tomar medidas: confía en que lo podrás lograr, quizá con algún sacrificio y mucho esfuerzo. ¡Ánimo y a por todas!

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